a. Ubicación impresionante
b. Comida deliciosa
c. Personal amable

a. Acceso complicado
b. Falta de entretenimiento

Nuestra estancia fue maravillosa. Las cabañas son amplias y limpisimas, perfectas para que nuestros dos niños pequeños se muevan libremente. El personal es increíblemente amable y nos hizo sentir como en casa desde el primer momento. La ubicación es excepcional, rodeada de naturaleza y con hermosas vistas. Disfrutamos de desayunos abundantes con opciones frescas y deliciosas, además de unas cenas memorables que compartimos en grupo, creando un ambiente familiar único. Ver colibríes mientras tomábamos el desayuno en la terraza fue una experiencia inolvidable.

El camino para llegar al hotel es complicado y puede ser desalentador para quienes no están acostumbrados.

El lugar está en una colina con vistas hermosas y rodeado de naturaleza. Las cabañas son acogedoras y limpias, ideales para descansar después de explorar. Un punto a mejorar son los caminos de acceso, ya que pueden ser complicados para llegar. Sin embargo, la riqueza de la fauna local y la atención del personal hacen que la experiencia valga la pena.

Un lugar de ensueño en la naturaleza

La ubicación es espectacular, rodeada de animales y naturaleza pura. Nos encantó la cena en común, una buena oportunidad para conocer a otros viajeros. Jonhy y su equipo son súper amables y te hacen sentir como en casa. Aunque la humedad es intensa, nada que no se pueda manejar en este paraíso.

Recomiendo para quienes buscan desconectar

La experiencia fue única, cada mañana desayunamos con la vista de la selva y escuchamos el canto de los pájaros, un verdadero paraíso. La cena fue un momento especial, comimos todos juntos y conocimos a personas increíbles, ¡dicen que la mejor cocina la hace el chef! No falten a sus platos.

No fue barato, pero valió la pena.

Ubicación perfecta, comida deliciosa. Wifi lento y acceso complicado.

El entorno es espectacular, aunque un poco aislado para llegar.

La experiencia fue única, disfruté de la ruta a caballo con Don Oldemar, una verdadera inmersión en la naturaleza. Los bungalows son súper cómodos y el ambiente es mágico.

me sentí muy acogido, no tengo ninguna queja

las cabañas son amplias y limpias. el acceso es un poco complicado.

El entorno natural es puro encanto, y las cabañas son lindas y tranquilas. La amabilidad de Mark y Joni hizo que nuestra estancia fuera aún mejor. Apreciamos la variedad de actividades en la zona.

Llego gente por caminos tan complicados que un GPS se rendiría, ¡parecía que íbamos a una expedición!

Alojados en un hermoso jardín lleno de vida silvestre, disfrutamos de un servicio excepcional. Las cenas eran variadas y exquisitas (¡no te las puedes perder! ). El lugar es ideal para desconectar y ver la naturaleza.

El acceso es un poco complicado y la conexión wifi podría mejorar.

El lugar es mágico, lleno de naturaleza. Vimos colibríes mientras desayunábamos en la terraza, fue una experiencia única. Las cabañas son acogedoras y perfectas para disfrutar con la familia. Incluso mi sobrina se divirtió mucho explorando el jardín.

A mis hijos les hubiera gustado tener un poco más de entretenimiento para ellos, aunque estuvimos bien cuidados durante nuestra estancia.

La experiencia en el hotel fue increíble. disfrutamos de las cabañas muy limpias y bien equipadas, así como de las cenas en grupo que se convierten en momentos memorables. El masaje relajante y el área de jardín son perfectos para desconectar. Solo hay que tener en cuenta que el camino de tierra para llegar puede ser un poco complicado, ¡pero vale totalmente la pena! 🌺